Cruz Cafuné es como se le conoce en el mundo underground, pero su nombre de pila es Carlos Bruñas Zamorin. También puedes escuchar que lo mencionen como Cruzzi, Cibi, Groovy Carajito, entre otros seudónimos. Como desees llamarle, igual te referirás a un cantante y rapero que nació el 25 de junio de 1993, y es hijo de una mujer venezolana y un padre canario.
Sobre su origen existe una dualidad porque portales como Wikipedia aseguran que nació en Tenerife – España, mientras que en otras biografías afirman que fue en Venezuela, específicamente en el estado Zulia. Lo más probable es que sea por la procedencia de su mamá que existe esta confusión y su álbum “Maracucho bueno muere chiquito” en referencia a un refrán de ese país de América Latina.
No obstante, su infancia transcurrió entre el barrio La Salud, Tocoronte y Santa Cruz de Tenerife. Antes de la música, Cafuné no tenía real interés en este ambiente. Sólo tenía contacto con los cassettes que su madre escuchaba. En entrevistas cuenta que se dedicaba a ser un niño normal, criado en el catolicismo, entre las clases de catequesis que dictaba su mamá. Mientras que el oficio de banquero de su papá era el sostén del hogar.
¿Cómo fue su acercamiento al rap?
En las entrevistas, siempre responde a la pregunta sobre sus primeros acercamientos al rap con un chiste. Relata que a través del canal de televisión Antena Tres veía “El Príncipe de Bel Air”, la popular serie protagonizada por Will Smith en los años 90. Recuerda cómo su madre le intentaba explicar que era el Rap, con el poco conocimiento que tenía de ello.
Para ese tiempo tenía 13, cursaba la secundaria y un compañero de clases, Joshua, le inició en este ritmo. Al principio, la única intención de rapear era la de ligar a las chicas de su clase. Para ello, él y su amigo se aprendieron la canción “Smack That” de Eminem junto a Akon. Desde ese momento, comenzó a interesarse y a investigar todo sobre este ritmo.
Pasó muy poco tiempo hasta que decidió comenzar a interpretarlo, pero resultó ser muy malo y se fue cultivando poco a poco, hasta llegar al éxito con el que cuenta hoy en día. Para la década del 2000, se dedicó a utilizar el internet para conocer otros raperos, samples y sonidos y fue evolucionando como autodidacta.
Hasta que más o menos a sus 15 años conoció a Marcos Padrón, mejor conocido como M-Padrums. A este intérprete le agradece sus inicios como compositor, pues comenzó a entender conceptos como compás, tempo, etc. Sería a los 20 años cuando estudió Ciclo de Sonido y fue perfeccionándose realmente.
Inicios profesionales en la música
A partir del 2010 es cuando tiene contacto “profesionalmente” con el género. Sin embargo, es en 2012 cuando junto a otros amigos funda el colectivo Toska Runners, en donde había raperos, productores, diseñadores, fotógrafos, etc. Este movimiento no llegó muy lejos, así que se separaron en 2015 y entonces nace Broke Niños Make Pesos (BNMP).
Este nuevo grupo lo integraron Cruz Cafuné, su mejor amigo Choclock, Indigo Jams y EllegaS, durante dos años. Durante este tiempo crearon sonidos y nuevas tendencias, además de importantes colaboraciones con artistas como One Path, Abhir Hathi, Rels B, Alba Reche y el productor Lex Luthorz.
“Mi Casa” hizo a Cafuné merecedor de un Disco de Oro en 2016 y para ese mismo año se lanzó “Lo Mejoré”, aumentando su popularidad casi instantáneamente. Al año siguiente, salió el tema “Amén” que fue un fenómeno viral gracias a su videoclip; con el cual rompió récords de visualizaciones.
Carrera en solitario de Cruz Cafuné
En 2018 se abre camino en solitario y estrena “Maracucho bueno muere chiquito”, con el cual capta la atención del público y la crítica con su propuesta. Para algunos se trata de una historia con toques de introspección, en el que el artista relata experiencias que llegan a sentirse personales. Es así como inicia su conexión con la religión, la espiritualidad y el amor en sus canciones.
Otros éxitos de ese año fueron “Génesis 3:19”, “Como Solía”, “Tokyo Drift” y “Chivato” para llegar al 2019 con “Guaguancó”, “Mi Zona” y “Tumbao”. En ese mismo año volvió hacerse de un Disco de Oro con “Mina el Hammani”, el cual formó parte del álbum “Moonlight922” en 2020. Allí destacó con rimas profundas y territoriales como la de “922 928”, código telefónico de Tenerife.
Pero el 2020 trajo consigo más desarrollo profesional, ya que estrenó su EP Visión Túnel con ocho temas, dos de ellos a dúo. La mezcla en su propuesta de este material fue vanguardista, como siempre apoyando a lo novedoso y diferente. Con “Cáncer Capricornio Virgo” transcurrió un 2021 en promoción de “Nmout 3lik”, “Este Verano” y “Foxy Eyes”.
El verano de 2022 se marcó con “Deporvidas”, un single que lo reúne nuevamente con Choclock y Lex Luthorz en los estudios de grabación. Como siempre sus rimas acompañadas de beat trap, mezclas de melodías cambiantes y con un estribillo contagioso. Además, el lanzamiento lo acompañó con un vídeoclip producido por Tomás Conterio y Willl Reyes.
Las colaboraciones más sonadas
Para aceptar colaboraciones con otros músicos tiene que gustarle lo que esa persona está haciendo; tal es el caso de “Contando Lunares” (2019) donde comparte con Don Patricio. No obstante, en 2018 ya había grabado con Sholo Truth “Te enamoraste de un G”, con Dano en “No hay perdón” y con Wayne Chiquitito Skit en “Un Fleje”.
El disco “Visión Túnel” le permitió compartir con Maikel Delacalle en la canción “TLC” y con We$t Dubai para “Beast Mode”. Asimismo, aceptó las invitaciones de Kiddo Manteca, Pepe, Vizio y Choclock para grabar “Jaleo”, “Lejos” con Delaossa y “Calentón” con LowLight e Israel B. Lo mismo que “Malaikah” con Aissa y “Serotonin” con Santino Le Saint.
Recientemente, le hemos escuchado en éxitos como “Powah” con Highkili, “Mueve Ficha” con Flavio Rodríguez y DJ Muly o “Ciego por el Club” con C.R.O, Israel B, Selecta y Recycled J. Por supuesto, que aún falta contar muchos otros featuring en los que Cafuné ha puesto su toque de ritmo y personalidad.